Estrategia y Gestión

Cómo hacer sostenible un proceso de crecimiento empresarial

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Crecer no es un camino de rosas. Los adolescentes conocen mejor que nadie el significado de esta afirmación. Aun así, no están solos.

Lo mismo ocurre en el mundo corporativo, donde el crecimiento puede presentar un gran número de desafíos. Superarlos es la prueba definitiva de que un modelo de negocio funciona.

Las batallas del proceso de crecimiento empresarial

Deberíamos tener en mente que muchas de las empresas de éxito que conocemos empezaron en un pequeño cuarto, una minúscula oficina alquilada o incluso en un garaje. Sin embargo, el proceso no está libre de obstáculos y problemas. ¿Cuáles son los principales retos a los que nos enfrentamos durante este proceso de crecimiento? ¿Y cómo pueden afrontarse?

Cuando esto ocurre, una pyme tiene que librar dos batallas: una interna, con los socios, empleados y las operaciones del día a día y, otra, externa, es decir, con el mercado.

En un primer momento podemos pensar que esta última presenta mayores desafíos. Pero pronto esas presiones empezarán a repercutir en la parte interna y a convertirse en la principal cuestión a tener en cuenta. Es un momento clave para la empresa porque esta situación genera a la vez tanto oportunidades como retos.

Los emprendedores y directores generalmente asocian el crecimiento a la toma de decisiones acertadas y a la elección de las opciones correctas. Además, es importante destacar que cada decisión tiene un impacto, tanto interno como externo. Tomar una buena decisión desde un punto de vista externo puede generar tensiones internas y esto puede poner en peligro el proceso de desarrollo.

Las tensiones del proceso de crecimiento empresarial

Alinear todos los factores para lograr convergencia y crecimiento no es fácil. El crecimiento aumenta la tensión en los recursos existentes y esto, a su vez, puede crear fricciones entre los diferentes departamentos y empleados. Por lo tanto, es fundamental planear bien el proceso y anticiparse a las complicaciones que puedan surgir. De no hacerlo y, de no prepararse adecuadamente, podría tener un impacto negativo y comprometer el futuro de la compañía. Nos podría salir «el tiro por la culata», como dirían algunos.

Los tres aspectos clave en el proceso de crecimiento empresarial

El camino por la supervivencia comienza logrando la sostenibilidad. Las pymes son parte de un entorno que está en constante evolución, lo mismo que los mercados. Los cambios en las normativas, los nuevos modelos de negocio y las últimas tecnologías pueden hacer cambiar las reglas del juego en muy poco tiempo. Y también está la competencia, ganar en eficiencia y reducir costes, sin olvidar a los consumidores. Estos son sólo algunos de los retos a los que se enfrenta un negocio. Por tanto, hay tres aspectos que hay que tener muy en cuenta:

1- El crecimiento requiere capital e inversión. El desafío aquí no es sólo conseguir un retorno sostenible, sino maximizar también el valor del negocio global. Desde un punto de vista estratégico vale la pena mirar más allá del crecimiento orgánico. Una solución para esto podría ser buscar socios estratégicos, para lograr una mejor eficiencia operativa y maximizar los beneficios.

2- Estrategia y gestión son elementos clave para un crecimiento sostenible. Una visión estratégica a corto, medio y largo plazo proporciona un punto de referencia sobre el que enfocar la gestión. El corto plazo no es una base sólida sobre la que construir un negocio de éxito. Una correcta administración empresarial y una buena puesta en práctica ayudarán a impulsar la gestión diaria y la toma de decisiones a largo plazo.

3 – Cultura, ambiente y personas. Estos tres elementos están interconectados y tienen una influencia directa para superar estos «problemas de crecimiento». Es importante desarrollar una cultura interna que promueva el compromiso y la colaboración del empleado. Se sabe que la gente que se siente involucrada y motivada en su trabajo es más productiva. El liderazgo juega un papel fundamental en este proceso. un buen gestor intentará promover un ambiente dinámico y colaborativo, meritocrático y que ofrezca a sus empleados oportunidades de desarrollo.

Crecer no es una opción. La supervivencia de cualquier empresa depende en gran parte del diseño de una estrategia efectiva, que no sólo confirme la viabilidad del modelo de negocio, sino que siente también las bases para su futuro desarrollo.

La necesidad de adaptación

Los mercados están en constante evolución y aquellos que no quieran quedarse atrás tienen que tener la habilidad de poder introducir cambios en poco tiempo. Uber y AirBnb son algunos ejemplos. Han conseguido unir la facilidad del acceso a Internet con la geolocalización y los smartphones, para crear una nueva forma de encontrar un taxi o un alojamiento en los viajes. Este cambio en las reglas del juego ha abierto nuevos mercados, pero también ha supuesto grandes problemas a las empresas que operaban en el sector.

Como conclusión podríamos decir que los problemas aparejados al crecimiento de nuestro negocio siempre existirán, ya que ni el entorno ni los mercados son realidades estáticas. La capacidad de enfrentarse y adaptarse a los desafíos es lo verdaderamente importante. Por lo tanto, es fundamental establecer una visión de futuro flexible, con un propósito y una dirección. Y esa visión necesita el apoyo de herramientas eficaces que sean lo suficientemente flexibles como para proporcionar resultados inmediatos.